A UNIÃO INDIVISÍVEL DOS TRÊS SAGRADOS CORAÇÕES

São José

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segunda-feira, 1 de maio de 2017

¡MIS NIÑOS, SIENTO GRAN TRISTEZA PORQUE EL TIEMPO DE MISERICORDIA SE ESTÁ ACABANDO Y RUSIA CONTINÚA SIN SER CONSAGRADA A MI CORAZÓN INMACULADO!

¡MIS NIÑOS, SIENTO GRAN TRISTEZA PORQUE EL TIEMPO DE MISERICORDIA SE ESTÁ ACABANDO Y RUSIA CONTINÚA SIN SER CONSAGRADA A MI CORAZÓN INMACULADO!
ABRIL 25 DE 2017 2: 45 P.M
LLAMADO URGENTE DE NUESTRA SEÑORA DE FÁTIMA A LA HUMANIDAD
Hijitos de mi Corazón, la paz de mi Señor esté con vosotros y mi protección y auxilio, os acompañe siempre
Mis niños, siento gran tristeza porque el tiempo de misericordia se está acabando y Rusia continúa sin ser consagrada a mi Corazón Inmaculado. Se están cumpliendo los cien años de mi aparición en Cova de Iria, donde pedí la consagración de esta nación a mi Corazón Inmaculado, para que no trajera desgracias a la humanidad. Pero miro con tristeza como ninguno de los Papas ha hecho la consagración de esta nación, y menos como Yo lo he pedido.
Nuevamente hago un llamado angustioso al Vicario de mi Hijo aquí en la tierra y a los Purpurados, para que Rusia sea consagrada lo más pronto posible a mi Corazón Inmaculado. El tiempo se está agotando y si no se hace la consagración, esta nación se convertirá en un flagelo para la humanidad; y el cielo ya no podrá evitarlo. El comunismo ateo se está expandiendo y sus tentáculos se están extendiendo a muchas naciones. En el tiempo del último reinado de mi adversario, será el comunismo ateo uno de los flagelos que más azotará las naciones y la humanidad.

Hijitos, sufro mucho por todos vosotros porque la justicia de Dios está por comenzar, ¿y qué será de vosotros mis pequeños? ¡Pobres criaturas, cuánto dolor se aproxima y seguís sin despertar de vuestro letargo! La tibieza espiritual de la inmensa mayoría de la humanidad va a hacer que el maligno tome más fuerza; continúan muchos de mis hijitos sin definirse espiritualmente y esto los va a llevar a la muerte eterna.
La guerra está llegando y con ella, la muerte, la desolación y la oscuridad. ¡Corred hijitos a mis refugios y preparaos para el combate espiritual, porque vienen los días de oración , ayuno y penitencia, donde no vais a tener tregua!. Días destinados para el fortalecimiento de vuestro espíritu para que podáis enfrentar los ataques del maligno. El mundo entrará en guerra y el Pueblo de Dios en combate espiritual. Acordaos que vuestro campo de batalla será vuestra mente; es allí, donde el enemigo de vuestra alma os atacará con más fuerza. Por eso mis niños debéis de fortalecerla con la oración, el ayuno y la penitencia y ante todo con el Cuerpo y la Sangre de mi Hijo. Leed mucho la Santa Palabra de Dios, para que forméis fortalezas espirituales en vuestra mente que os sirvan para repeler los ataques del maligno.
Los ataques más fuertes serán por la carne, por el mundo y sus placeres y por la fe. Ataques mentales y espirituales que van a llevar a muchos a la perdición por no estar preparados espiritualmente. Dios va a probar a la humanidad, haciendo que el demonio os pruebe y tiente; sólo los que pasen la prueba podrán habitar la Nueva Creación y ser llamados Pueblo de Dios. ¡Despertad hijitos, no sigáis caminando en tinieblas, porque se acerca la hora en que seréis pasados por el horno de la tribulación; el que no brille como crisol después de la purificación, se perderá!.
Se acerca vuestro paso por el desierto y con él la prueba; vais a ser tentados por el demonio y probados, así como mi Hijo; estad pues preparados y pedid la asistencia divina para que podáis salir victoriosos en las pruebas. Desapegaos de las cosas del mundo y de todo lo material para que no os perdáis por los apegos; mortificad la carne y venced las pasiones, crucificándolas; alejaos del pecado para que no caigáis en él. Cerrad toda puerta espiritual abierta con la oración, el ayuno y la penitencia; y ante todo haced una buena confesión y reparación de los pecados, para que estéis listos y preparados para la prueba que se os avecina.
Que el amor de Dios, permanezca en vosotros. Os ama vuestra Madre, María de Fátima
Dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad, hijitos de mi Corazón