Un análisis sobre el control del hombre por medio de la tecnología.
Nos enfrentamos a un instante en que el hombre
necesita un gran discernimiento. Tanto, que tenemos que tener claridad
con lo que se hace o se deja de hacer.
El orar está bien, pero la criatura humana debe
tener presente que el Cielo nos ha llamado a todos Sus hijos a ser
acción. La oración en ocasiones se limita a un instante en el cual la
creatura se da a Su Creador en adoración, en petición... Si el hombre no
ha comprendido que la oración es más que un instante, limita la fusión
continua a un solo momento con Su Creador.
En los Mensajes que recibo, nuestro Señor y
nuestra Madre insisten en que tenemos que aspirar a una mayor
espiritualidad y esa mayor espiritualidad conlleva el meditar, el
examinarse interiormente, el decidirse a ser mejor con un firme
propósito de enmienda para mantenerse continuamente unido a Cristo.
Algunos se preguntarán cómo lograr esto.