JERARQUÍA ECLESIÁSTICA, ¿POR QUÉ ME CAMBIARON LA ORACIÓN DEL PADRENUESTRO QUE ENSEÑÉ A MIS DISCÍPULOS?
JUNIO 6 DE 2013 – 8:25 A.M.
JUNIO 6 DE 2013 – 8:25 A.M.
LLAMADO DE JESÚS SACRAMENTADO A LA JERARQUÍA ECLESIÁSTICA
Paz a vosotros, Jerarcas de mi Iglesia.
Jerarquía Eclesiástica, ¿por
qué me cambiaron la oración del Padrenuestro que enseñé a mis
discípulos?. La oración del Padrenuestro que hoy hacéis no es la que yo
le enseñé a mis discípulos cuando me dijeron: Maestro enséñanos a orar y
les dije decid así: Padrenuestro que estás en el cielo, santificado sea
tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en la tierra
como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras
deudas, como perdonamos a nuestros deudores, no nos dejes caer en
tentación y líbranos del mal. (Mateo 6. 9 al 13).
Rebaño mío, las palabras
deudas y deudores abarcan no sólo vuestras deudas personales y
espirituales, sino también las de vuestros antepasados y difuntos.
Cuando decís: perdona nuestras ofensas como también perdonamos a los que
nos ofenden, hacéis alusión a ofensas personales en término personal,
sin tener en cuenta el campo intergenérico, es decir, vuestros difuntos y
antepasados.
En la oración del Padrenuestro
que enseñé a mis discípulos está manifestada la misericordia, el amor,
el perdón y la protección de Dios Padre para con sus hijos. La oración
del Padrenuestro como la hacéis hoy no tiene en cuenta vuestros
antepasados y difuntos. Al ser cambiadas las palabras deudas por ofensas
y deudores por los que nos ofenden, se manipula y distorsiona el plan
salvífico de Dios. La oración del Padrenuestro como mi Padre me la
enseñó para dársela a conocer a sus hijos, tiene el poder para liberar
vuestras almas y la de vuestros familiares difuntos y antepasados, si la
hacéis con fe. Es oración de exorcismo que os libera de los ataques del
maligno y os protege de sus asechanzas; es también oración de vida y
alimento para vuestro espíritu. Es oración de provisión no sólo del
alimento corporal, sino del más importante, el alimento espiritual que
soy Yo.
Jerarcas de mi Iglesia,
Pastores de mi rebaño, os pido de corazón que volváis a hacer la oración
del Padrenuestro como mi Padre me la enseñó, porque como la venís
haciendo y enseñando a mi rebaño, no tiene el mismo valor y poder
espiritual. Al cambiar las palabras deudas por ofensas y deudores por
los que nos ofenden se pierde la acción misericordiosa y liberadora de
mi Padre para con sus hijos aquí en la tierra y para con las almas de
vuestros antepasados y difuntos en la eternidad. La oración del
Padrenuestro junto con el Credo y la Magníficat, son oraciones de gran
poder y reúnen todo el plan de salvación que mi Padre tiene destinado
para la humanidad.
Mi paz os dejo, mi paz os doy.
Arrepentíos y convertíos, porque el Reino de Dios está cerca. Vuestro
Maestro y Pastor, Jesús Sacramentado.
Dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad.