¡MUY PRONTO
CONOCERÉIS MI JUSTICIA NACIONES IMPÍAS, HARÉ SONAR MIS TROMPETAS SOBRE
VOSOTRAS DE NOCHE Y DE DÍA Y SABRÉIS DE MI JUSTA IRA!
AGOSTO 19 DE 2013 – 11:55 A.M.
LLAMADO URGENTE DE JESÚS EL JUSTO JUEZ A LAS NACIONES IMPÍAS
Paz a vosotros, hombres de buena voluntad.
Los pecados de la carne se han
apoderado de la inmensa mayoría de la humanidad. El placer, el tener y
el poseer, son la meta que muchos se han propuesto. ¡Pobres criaturas,
tanta vanidad de vanidades y con el alma muerta, sois muertos vivientes
que camináis como sombras errantes; los dioses de este mundo os están
llevando a la muerte eterna!.
Todo está infectado, mi
creación está cubierta por un manto negro de maldad y pecado. ¡Malditos
aquellos que abusan de mis niños, que desangran a mi pueblo y vierten la
sangre de mis inocentes, mejor les fuera no haber nacido!. ¡Voy a
castigar con todo el peso de mi justa ira a todas aquellas naciones
donde han sido aprobadas leyes que van en contra de la vida, la moral y
la justicia!.
¡Me arde el celo por mi creación, no permitiré más tanta
injusticia, tanta inmoralidad y tanto pecado; los límites de mi
paciencia se han rebosado!.
Muy pronto descargaré mi justa
ira sobre las naciones impías, entonces, sabrán que Yo Soy El que Soy,
Señor de las Naciones, Regente del Universo, Único y Verdadero Dios. Que
todo lo Ve, Sabe y Sondea y paga a cada cual según sus obras. ¡Ay de
las naciones impías, porque con la misma fuerza con que han quebrantado
mis preceptos, serán quebrantadas ellas en el día de mi justa ira!.
¡Seguid pecando y acumulando injusticias, para que aceleréis más rápido
vuestra destrucción!. Os digo, que en el día del juicio, habrá más
tolerancia para Sodoma y Gomorra que para vosotras.
Mis hijos fieles que vivan en
alguna de estas naciones, serán avisados antes del castigo, para que
salgan de ellas, así como lo hice con Lot y su familia. Fuego del cielo
caerá sobre estas naciones y no quedará de ellas, piedra sobre piedra;
desaparecerán de la faz de la tierra y no volverán a ser recordadas. Muy
pronto conoceréis mi justicia naciones impías, haré sonar mis trompetas
sobre vosotras de noche y de día y sabréis de mi justa ira. No me
complazco con vuestra destrucción, si os arrepentís y volvéis a mí,
antes de que llegue el tiempo de mi justicia, os aseguro que os
perdonaré. Acordaos: Soy paciente e indulgente, lento a la ira y rico en
misericordia, si venís a mí, con corazones contritos y humillados. Más
también soy Justo Juez, que no permitirá que sigáis destruyendo mi
creación y quebrantando mis preceptos.
Por mi amor, misericordia y
paciencia, soy amado; más por mi justicia soy temido. ¿A quién queréis
conocer, al Dios de la Misericordia o al dios de la Justicia?. ¡Decidíos
de una vez, antes de que venga como Juez, para que no tengáis mañana de
qué lamentaros! El Justo Juez.
¡Alabado sea Dios! Yo le
invoco y salgo victorioso de mis enemigos. Las olas de la muerte me
envolvían, los torrentes del averno me espantaban, los lazos del abismo
me liaban, se tendían ante mí las trampas de la muerte. Clamé al Señor
en mi angustia, alcé mi grito hacia mi Dios, y él escuchó mi voz desde
su templo, mi grito llegó hasta sus oídos (Salmo 18. 4 al 7). Salmo de
protección para los días de la justicia divina.
Dad a conocer mis mensajes, simientes del Dios de Israel.