¡LAS ECONOMÍAS DEL MUNDO MUY PRONTO CAERÁN, EL DIOS DINERO TIENE SUS DÍAS CONTADOS!
9 DE NOVIEMBRE DE 2013 – 8:15 A.M.
LLAMADO URGENTE DE JESÚS EL BUEN PASTOR A LA HUMANIDAD
Que mi paz esté con vosotros.
Las economías del mundo muy
pronto caerán, el dios dinero tiene sus días contados. ¡Ay de aquellos
que tienen puesta su confianza en este dios salido de la mano del
hombre, porque grande va a ser su caída! ¡Millones van a perder la
cabeza con la hecatombe financiera!. Todos aquellos que depositaron su
fe y esperanza en este dios y se sintieron seguros por su poder
financiero, van a llorar y a lamentarse; muchos maldecirán su suerte,
otros enloquecerán y otros tantos se quitarán la vida y perderán el
alma.
Hijos míos, todo reinado en
este mundo tiene su principio y su fin, nada es eterno en este mundo
pasajero. Acordaos de lo que dice mi palabra: No atesoréis riquezas en
este mundo; atesorad más bien en el cielo, donde nada se os perderá,
porque donde está tu tesoro, allí también está tu corazón (Mateo 19,
20). Yo soy vuestro tesoro, buscadme y hallaréis la vida eterna.
Haced mejor el bien a vuestros
hermanos; calmad la sed del sediento, el hambre del hambriento y vestid
al que está desnudo; socorred a la viuda y al huérfano ahora, antes de
que el dios dinero caiga por el suelo. Si así lo hicieres, os aseguro
que vuestra recompensa será grande en el reino de los cielos. Acordaos
que cuando lleguéis a mi presencia se os juzgará conforme a vuestras
obras. Hay más alegría en dar, que en recibir y todo lo que hagáis en
favor de uno de estos mis pequeños, me lo hacéis a mí.
Hijos míos, aprended lo que
significa misericordia, quiero y no sacrificios, el ayuno que me agrada
es el ayuno del amor y por el amor que tengáis a vuestros hermanos,
seréis juzgados mañana. No hay amor más grande que dar la vida por los
amigos (Juan 15. 13).
Os hago un llamado a vosotros
los que habéis sido bendecidos con bienes materiales; mirad hijos míos:
mi pueblo se muere de hambre y sed, dejad de acumular y acumular
riquezas porque nada de esto os llevaréis; vosotros lo tenéis todo, pero
la inmensa mayoría vive en la pobreza. Que no os pase como al hombre
rico que se negó a seguirme, por no abandonar sus riquezas (Mateo 19, 20
al 22). Que no os pase como al rico Epulón, que por su avaricia y falta
de caridad para con Lázaro, perdió su alma (Lucas 16, 19 al 31).
Obrad como Zaqueo, para que
también mañana cuando lleguéis a mi presencia, pueda deciros: hoy ha
llegado a esta casa la salvación, porque también éste es hijo de Abraham
(Lucas 19, 9).
Mi paz os dejo, mi paz os doy. Arrepentíos y convertíos, porque el Reino de Dios está cerca.
Vuestro Maestro y Pastor, Jesús de Nazaret, el Buen Pastor de todos los tiempos.
Dad a conocer este mensaje a toda la humanidad.