¡EL DIA DE MI
AVISO ESTÁ MUY CERCA, PREPARAOS ESPIRITUALMENTE HACIENDO BUENAS
CONFESIONES DE VIDA, PARA QUE PODAIS SOPORTAR VUESTRO PASO POR LA
ETERNIDAD!
23 DE OCTUBRE DE 2014 – 8:15 A.M.
LLAMADO URGENTE DE JESÚS SACRAMENTADO A LA HUMANIDAD
Paz a vosotros, hijos míos.
El día de mi Aviso está muy
cerca, preparaos espiritualmente haciendo buenas confesiones de vida,
para que podáis soportar vuestro paso por la eternidad. Acordaos que
llegaré como ladrón en la noche, permaneced en vela con vuestras
lámparas encendidas para que podáis recibirme y vuestra alma descanse
en mi paz y en mi gozo.
Llevo anunciándoos con
insistencia este acontecimiento espiritual para que no os coja por
sorpresa y no digáis que no estabais avisados, porque en la eternidad
ya no hay marcha atrás. Cuando lleguéis a mí, seréis juzgados en el
amor y la verdad por el Tribunal Supremo; se os juzgará como si hubiera
sido vuestra hora y sentiréis en vuestra alma todo el dolor que
produce el pecado y el haberme ofendido.
Se os enviará al lugar que os
corresponde ir de acuerdo a vuestros pecados; sentiréis en vuestra alma
el dolor que produce la ausencia de Dios y veréis a las almas que están
purificándose por los mismos pecados que vosotros habéis cometido. El
fuego que las purifica sentiréis para que al regresar a este mundo,
cambiéis vuestra forma de vida; son muy pocos y se pueden contar los
que verán la gloria de Dios e irán al paraíso. Muchos irán a los
diferentes lugares del purgatorio y la inmensa mayoría de esta
humanidad ingrata y pecadora irá al infierno.
A todos aquellos que los
sorprenda mi Aviso en pecado mortal, irán al infierno y muchos por la
gravedad de sus pecados no regresarán más a este mundo. Los obradores
del mal que han pactado o vendido su alma en esta vida al príncipe de
las tinieblas, tampoco regresarán. Y allí será el llanto y crujir de
dientes y se acordarán de todos sus pecados y de todos los hechos con
que se contaminaron y sentirán asco de sí mismos por toda la maldad que
cometieron.
Cuando lleguéis a la
eternidad, conoceréis la verdad y la existencia del único y verdadero
Dios, Uno y Trino, para que al regresar a este mundo reparéis y llevéis
una vida santa que os permita habitar mañana mi nueva Jerusalén. De
nuevo os digo, haced un buen examen de conciencia; pedidle a mi Santo
Espíritu que os revele los pecados que habéis dejado de confesar; los
de pensamiento, palabra, obra y omisión, porque todas las faltas contra
Dios o vuestro prójimo, serán juzgadas por el Tribunal Divino. Todo
será cuando lleguéis a la eternidad, inclusive vuestras palabras
ociosas o de doble sentido, porque todo esto es falta de caridad para
con vuestro prójimo.
Todo el amor que no habéis
dado se os tendrá en cuenta, todos los malos actos serán juzgados; todo
el abuso y daño a la creación y bienes naturales se os tendrá en
cuenta, porque todo esto rompe con el equilibrio y armonía de las cosas
creadas. Acordaos que no sois islas independientes y que la esencia
humana es una sola; las malas decisiones y actos de desamor afectan el
universo entero, porque sois seres espirituales en un universo
espiritual. En la eternidad comprenderéis mejor lo que os estoy
diciendo, para que al regresar viváis en el amor y en armonía con la
creación. Y el perfecto amor que es Dios os conceda la gracia de la
salvación. Estoy tocando a la puerta de vuestra alma, ¡abridme y no me
dejéis esperando!. Quiero cenar con vosotros, porque la tarde está
feneciendo y la noche está que llega.
Soy el Pan de Vida, Jesús Sacramentado.
Dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad.