¡ARREPETIOS Y CONVERTÍOS, PARA QUE MI AVISO NO OS COJA EN PECADO MORTAL!
MARZO 30/ 2015
LLAMADO URGENTE DE DIOS PADRE A SU HEREDAD
Pueblo mío, Heredad mía, mi paz y mi bendición permanezca en vosotros.
Arrepentíos y convertíos, para
que mi Aviso no os coja en pecado mortal. Mi aviso está cerca y muchos
por la gravedad de sus pecados no regresarán más a este mundo; pobre
humanidad corre de allá para acá, preocupada sólo por las cosas de este
mundo; no tiene tiempo para pensar por un momento en las obras que me
presentarán cuando pasen por la eternidad. ¡Oh, humanidad hacia dónde
queréis llegar?; os digo como padre, si continuáis rechazando a mi Hijo
y quebrantando mis preceptos, lo que os esperará en la eternidad no
será vida, sino muerte eterna.
Mi Hijo es el camino para
llegar a Mí, es la verdad que andáis buscando; mi Hijo es la vida
eterna. Mi Hijo está en Mí y Yo en Él, y todo cuanto os ha dicho
procede de Mí, porque yo soy veraz y la verdad está en Mí. Yo estoy en
mi Hijo y mi Hijo en Mí. Si lo rechazáis lo hacéis también conmigo y al
hacerlo estáis también rechazando el Espíritu de Amor que nos une.
Padre, Hijo y Espíritu Santo; Trilogía de amor, verdad inmutable, vida
en esencia, que rige la creación con amor, sabiduría y justicia.
Hijos míos, cuando pecáis
estáis destruyendo el amor y la vida, que proceden de Mí; estáis
ofendiendo a Dios y si no pedís perdón y os arrepentís de corazón,
cargaréis con ese pecado; mancharéis vuestro espíritu y apartaréis el
Espíritu de Dios que habita en vosotros por la vida que se os dio. Dios
es Vida y Espíritu que por amor os creo. Todo en la eternidad será
juzgado en el amor, porque por amor fuisteis creados junto con todo lo
que existe; por eso al pecar, rompéis el código del amor y todo el
universo sufre, porque el amor es unidad es vida que procede de Dios.
El tiempo de mi misericordia
se está agotando y se marchará con mi Aviso; pacientemente esperaré a
que se agote el último segundo de mi misericordia en este mundo, para
luego esperaros en la eternidad, donde os haré un pequeño juicio
personal y cada cual será llevado al lugar que le corresponde ir, según
sus faltas y pecados. Muchos no regresarán a este mundo por la
gravedad de sus pecados, la muerte eterna los sorprenderá y será su
paga por toda la maldad con que han obrado en esta vida. Como Padre
esperaré que los que regresen a este mundo tomen conciencia de una vez
de que el pecado sólo conduce a la muerte; confío y espero que después
de mi Aviso, se entreguen totalmente a buscar su salvación.
La humanidad no cree si no ve
signos, mi Aviso los despertará y sabrán de Mí, para que no vuelvan a
poner en duda mi existencia. El paso por la eternidad será de
purificación para muchos y para la inmensa mayoría su peor pesadilla.
La inmensa mayoría de esta humanidad pecadora va a sentir en el
espíritu el dolor que produce el pecado y gran cantidad irá a parar al
averno, allí sentirán el llanto y crujir de dientes de las almas
condenadas; sentirán el fuego del infierno que quema y no se extingue y
a muchos no se les permitirá regresar y allá se quedarán para siempre.
Espero como padre que este
último acto de misericordia que será mi Aviso, le sirva a la humanidad
para que recapacite y vuelva a Mí, porque me duele y entristece ver
cómo se están perdiendo tantas almas. Estad pues preparados porque
vuestro paso por la eternidad se acerca.
Vuestro Padre, Yhave, Señor de las Naciones.
Dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad.