¡EL SANTO ROSARIO A MI MADRE, SERÁ EL PUENTE QUE OS COMUNICARÁ CONMIGO EN LOS DÍAS DE LA GRAN TRIBULACIÓN!
Junio 3 de 2015 – 3:45 p.m.
SAGRARIO PARROQUIA SAN CLEMENTE – MEDELLÍN - COLOMBIA
LLAMADO DE JESÚS SACRAMENTADO A SU PUEBLO FIEL
Hijos míos, paz a vosotros.
Qué alegría siento al veros
aquí congregados esta tarde en torno a mi custodia. Aquí estoy como un
mendigo de amor, esperando que cada uno de vosotros me haga compañía.
La soledad me embarga en muchos de mis recintos sagrados; hacedme
amados míos, actos de desagravio para que mitiguéis el dolor que siento
por la indiferencia de tantos que dicen amarme, pero no tienen tiempo
para venir a visitarme y platicar conmigo; acordaos que soy vuestro
Padre, hermano, Amigo, Consejero y ante todo vuestro Dios. Hijos
ingratos, no paséis de largo por mis casas, entrad a visitarme y
consolarme y yo os daré mi bendición.
¡Oh, cuántas gracias y
bendiciones pierden muchos de mis hijos por vivir a las carreras y no
tener tiempo para visitarme y acompañarme al menos un momento!. Si
fuerais sensatos os acercarías a Mí y calmaríais vuestra sed en la
fuente de mi misericordia que siempre os está esperando en el silencio
de cada Sagrario. Pero no, la inmensa mayoría de esta humanidad está
ciega, sorda y muda, ante mi presencia Viva y Real en cada Tabernáculo.
¡Oh humanidad ingrata y
pecadora, se acercan los días en que ya no me encontraréis en el
silencio de cada Sagrario, porque mis Casas van a ser profanadas por los
hijos de la oscuridad! ¡Qué tristeza siento al saber que nuevamente
seré traicionado y entregado en manos de mis opresores, por muchos que
hoy dicen ser mis familiares!. Millones me darán la espalda mañana por
temor a morir; me traicionarán y negarán ante mis opresores, diciendo
no haberme conocido. En verdad nuevamente os digo: El que quiera salvar
su vida la perderá, mas el que la pierda por Mí, la encontrará (Mt 16,
25); porque muchos son los llamados y pocos son los elegidos (Mt 22.
14).
Hijos míos, de nuevo me
embarga la tristeza y la soledad; venid a mis Sagrarios y velad
conmigo, porque vendrán los días en que ya no me encontraréis en el
silencio de mis tabernáculos. Mis Casas van a estar cerradas, mi culto
diario suspendido y mi Cuerpo y mi Sangre profanados por los emisarios
del mal al servicio de mi adversario. Tiempos de oscuridad se
aproximan, orad y velad, para que no caigáis en tentación; la noche
está cerca, nuevamente herirán al Pastor y las ovejas se dispersarán.
Rebaño mío, no os
entristezcáis, yo no os abandonaré; en los tiempos de la gran
tribulación mi Madre será el Sagrario donde permaneceré; ella, mi Madre,
estará tanta Viva y Real, como yo lo estoy ahora en medio de vosotros.
Llamadla con el rezo del Santo Rosario y Yo, su Hijo, me dejaré
encontrar por aquellos que me busquen con sincero corazón. Mi Madre es
el puente para llegar a Mí y todo aquel que permanezca junto a mi Madre
en aquellos días de angustia, tendrá su protección y no estará solo.
Yo vendré a vosotros a través de mi Madre, para consolaros y
fortaleceros espiritualmente y así como en pentecostés os daré también a
vosotros mi Espíritu para que seáis portadores de mi verdad y de mi
evangelio e iluminéis la oscuridad de aquellos días.
Necesito amados míos, que
desde ya os vais preparando para el gran combate espiritual que os dará
la libertad. Acordaos que las armas que os doy son poderosas en el
espíritu para el derrumbamiento de fortalezas. Aceitad pues vuestra
Armadura Espiritual con la oración, ayuno y penitencia; haced todos los
días a mañana y noche el Santo Rosario junto a mi Madre; leed mi Santa
Palabra, especialmente mi Evangelio y hechos de los Apóstoles.
Practicad la justicia, el amor y la caridad con vuestros hermanos y
alimentaos lo más que podáis de mi Cuerpo y de mi Sangre, para que
seáis verdaderos soldados espirituales. El Santo Rosario a mi Madre,
será el puente que os comunicará conmigo en los días de la gran
tribulación. Tened pues en cuenta estas instrucciones para que
permanezcáis unidos en los días de oscuridad que se aproximan.
Mi paz os dejo, mi paz os doy. Arrepentíos y convertíos, porque el Reino de Dios está cerca.
Vuestro Maestro, Jesús Sacramentado.
Dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad.