¡COLOCAOS LA ARMADURA ESPIRITUAL Y HACED MI SANTO ROSARIO Y OS PROMETO QUE NINGUNA FUERZA DEL MAL PODRÁ HACEROS DAÑO!
MAYO 26 DE 2015 – 8:15 A.M.
LLAMADO DE MARÍA ROSA MÍSTICA A LOS HIJOS DE DIOS
Hijitos de mi corazón, que la paz de Dios esté con vosotros y el amor de esta Madre os acompañe siempre.
Hijitos, las
tentaciones y los pecados de la carne están haciendo perder a muchos; os
digo criaturas que si no contáis con el cielo, seréis presa fácil de
mi adversario. Cuidaos rebaño de mi Hijo, de caer en estas trampas;
acudid a Mí, cuando seáis tentados y decid: Ave María Purísima, venid
en mi auxilio; y yo vuestra Madre atenderé de inmediato vuestro llamado
y no permitiré que mi adversario os haga caer.
Cada vez que llegue la
tentación, acudid a la protección del cielo, porque de no hacerlo mi
adversario irá tomando posesión de vuestra mente y pensamientos, hasta
haceros perder. Renovad las consagraciones a mi Corazón Inmaculado, para
que estéis bien fortalecidos espiritualmente y así podáis salir
victoriosos en la batalla espiritual de cada día. Acordaos hijitos que
los más grandes combates se llevarán a cabo en vuestra mente; por eso
os pido, que estéis orantes y vigilantes, porque vais a estar atacados
por la carne, por el mundo y por mi adversario y sus huestes del mal.
Bien sabéis mis niños
que el camino para llegar a la Nueva Creación, es angosto, pedregoso,
lleno de abrojos y de trampas. Sólo la oración y la fe en Dios os
permitirá avanzar. Hijitos, si caéis en tentación acudid de inmediato
donde uno de mis predilectos, para que os podáis volver a levantar;
orad, ayunad y haced penitencia, porque vienen los días en que mi Hijo
ya no estará en los Sagrarios. Cuando vengan esos días de la gran
abominación, acudid a Mí, porque yo seré el Sagrario donde permanecerá
mi Hijo en aquellos días.
Hijitos, mi Santo
Rosario os protegerá de caer en pecado en los días de la gran
tribulación. Hacedlo desde ya de día y de noche, para que estéis
protegidos y vuestro caminar sea seguro; si os hacéis devotos de mi
Santo Rosario, yo no permitiré que vosotros y vuestras familias se
pierdan. Colocaos la Armadura Espiritual y haced mi Santo Rosario y os
prometo que ninguna fuerza del mal podrá haceros daño.
Hijitos, estáis
viviendo una tensa calma; no os relajéis, ni bajéis la guardia con la
oración, pensando que nada sucederá; acordaos que lo escrito no tiene
marcha atrás, todo se cumplirá. Permaneced en estado de alerta, orantes
y vigilantes, porque cuando menos lo penséis todo se desatará. Todos
los acontecimientos llegarán en cadena, uno detrás del otro y si no
estáis preparados espiritualmente os vais a perder, porque la
tribulación que se aproxima nunca antes se había visto en la tierra.
Corred a hacer buenas
confesiones de vida, porque el tiempo se os está acabando; no dejéis
para el último momento vuestra limpieza espiritual; acordaos que es la
vida de vuestro espíritu la que está en juego. Apresuraos, porque las
trompetas celestiales nuevamente están sonando y son los últimos
anuncios; llaman a la humanidad al recogimiento y la oración.
Hijitos, mi adversario
muy pronto hará su declaración y cuando esto suceda, la creación de mi
Padre se entristecerá. Las Iglesias serán cerradas y el culto diario
suspendido; la gran abominación comenzará y la inmensa mayoría de la
humanidad se va a perder por no haber querido atender a los llamados
del cielo.
Orad hijitos por todos
los mártires de estos últimos tiempos; miles de almas están siendo
torturadas, asesinadas y desaparecidas, por los emisarios del mal al
servicio de mi adversario. Orad por la Iglesia del Medio Oriente que se
está desangrando y por todos los cristianos que están dando su vida por
mantenerse firmes en la fe y doctrina de mi Hijo. No seáis
indiferentes ante el dolor de vuestros hermanos; haced oración, ayuno y
penitencia, para que cese el derramamiento de sangre inocente en estos
países. Uníos en oración con el Papa y orad por todos los mártires,
para que la justicia y misericordia de Dios detengan el poder del mal y
no se siga derramando sangre inocente. Desgarrad vuestros corazones,
porque se acerca el regreso triunfal de mi Hijo.
Vuestra Madre que os ama, María Rosa Mística.
Dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad.