¡NO QUIERO LA MUERTE DEL PECADOR, PORQUE NO HE VENIDO A CONDENAR AL MUNDO, SINO A SALVARLO!
MAYO 19 DE 2015 – 8:10 A.M.
LLAMADO DE JESÚS EL BUEN PASTOR A SUS OVEJAS DESCARRIADAS
Paz a vosotras ovejas de mi grey.
Como Buen Pastor, os digo
ovejas descarriadas: El cielo no acepta ni aprueba, ninguna relación
marital entre parejas del mismo sexo. Estas relaciones son abominables,
detestables y son una afrenta al amor y misericordia de mi Padre; toda
sodomía, todo adulterio, toda lujuria y toda impureza sexual, llevan a
la muerte eterna, si no hay arrepentimiento y reparación por ello.
No quiero la muerte del
pecador, porque no he venido a condenar al mundo, sino a salvarlo.
Entended que mi castigo es contra el pecado, no contra el hombre, por
lo tanto, no juzgo al sodomita que busca de Dios, lleva una vida
tranquila, se respeta y respeta a los demás; condeno sí el pecado de
aquel sodomita que escandaliza y arrastra a otros a pecar; a este como
dice mi Palabra: Más le valdría que le ataran al cuello una piedra de
molino y los tiraran al mar. (Mateo 18. 6). Acordaos que soy el Buen
Pastor que da la vida por sus ovejas y que he venido a este mundo a
rescatar lo que estaba perdido.
Deseo que mis ovejas
descarriadas vuelvan a Mí, arrepentidas y con un corazón contrito y
humillado; si así lo hicieren, derramaré sobre ellas la fuente de mi
misericordia y no volveré a acordarme más de su pecado. Yo no juzgo, ni
condeno al pecador que se arrepiente; acordaos de mi Palabra cuando le
dije a la mujer adúltera: ¿dónde están los que te condenan?, yo tampoco
te condeno, ve en paz y no peques más. Hoy como ayer también le digo
al pecador de estos últimos tiempos; vuélvete a Mí, y no peques más,
para que puedas alcanzar el gozo de la vida eterna.
Estoy tocando a la puerta del
corazón de todos aquellos que andan apartados de Mí; vengo como un
Padre a daros mi misericordia y perdón; no os obligo, pero es mi deseo
que hagáis parte de mi redil. No tengáis miedo, no vengo a condenaros;
mis brazos están abiertos esperándoos para perdonaros, si volvéis a Mí,
arrepentidos. Atended a mi llamado y no dejéis escapar esta oportunidad
que os estoy dando; no quiero vuestra muerte, porque soy el Dios de la
vida y vida es lo que quiero daros en abundancia. Si os negáis a
recibirme y me tiráis la puerta, no os haré ningún reproche; me iré en
silencio y esperaré confiado de que al menos uno atienda a mi llamado.
Os estoy esperando:
prostitutas, homosexuales, adúlteros, fornicarios, lujuriosos e impuros
sexuales; os estoy esperando, ladrones, mentirosos, alcohólicos,
envidiosos, calumniadores, hechiceros, idólatras, avaros y demás ovejas
rebeldes. Mi mesa está servida, el banquete listo y vuestro Padre os
espera; acordaos de venir con el traje apropiado para que podáis entrar
y no seáis devueltos., Vuestra tarjeta de invitación debe ser un
corazón contrito y humillado y vuestro traje debe ser el de
arrepentimiento. Os espero, no tardéis, las puertas están abiertas;
apresuraos antes de que caiga la noche, porque bien sabéis que la noche
es tiempo de justicia y las puertas se cerrarán y si tocáis no habrá
ya quien os escuche.
Mi paz os dejo, mi paz os doy. Arrepentíos y convertíos, porque el Reino de Dios está cerca.
Vuestro Maestro, Jesús, el Buen Pastor.
Dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad.