¡HIJITOS, EN EL
TIEMPO DEL ULTIMO REINADO DE MI ADVERSARIO, LAS GRANDES NACIONES VAN A
ESTAR DIRIGIDAS POR GOBERNANTES TRANSGENEROS!
JUNIO 23 2016 2:25 P.M
LLAMADO URGENTE DE MARÍA ROSA MÍSTICA A LOS HIJOS DE DIOS
Hijitos de mi corazón, la Paz de Dios esté con vosotros.
Pequeños, si los gobernantes
de este mundo, aprueban las leyes de la ideología de género, las
sociedades transgénero mañana imbuidas por el espíritu del mal, van a
ser junto con todas las sectas las mayores perseguidoras del pueblo de
Dios. Os digo, que cada día estas sociedades transgénero están tomando
más fuerza; tienen como objetivo acabar con el matrimonio católico, con
la familia compuesta por el padre la madre y sus hijos, que conforman
la primera y más importante de las sociedades.
La ideología de género es
obra de mi adversario, que quiere destruir la familia como núcleo
esencial de las demás sociedades. Acordaos lo que dice la Santa Palabra
de Dios en el libro del Génesis: Y creo Dios al hombre a imagen suya. Y
los creo hombre y mujer. Y les dijo: Creced y multiplicaos y llenad la
tierra y sometedla. (Génesis 1. 27,28) ¿Desde cuándo dos hombres o dos
mujeres unidos maritalmente, pueden procrear y dar origen a otra vida?
¡No os equivoquéis, vosotros sodomitas, sois hijos de la iniquidad;
esclavos de la impureza que le servís al príncipe de este mundo!
Hijitos, en el tiempo del
último reinado de mi adversario, las grandes naciones van a estar
dirigidas por gobernantes transgéneros. Ellos impondrán a la fuerza su
ideología y sus costumbres y todos aquellos que no obedezcan sus leyes,
serán encarcelados, torturados y muchos perderán la vida, por no seguir
ni aceptar esta ideología. Las más grandes persecuciones al pueblo de
Dios, vendrán de parte de estas sociedades transgénero. El mundo será
tomado por ellos en todos los campos: social, económico, religioso,
político, cultural y deportivo.
¡Levantaos pueblo de Dios,
despertad de vuestro letargo, porque se aproximan los días de
oscuridad! Preparaos espiritualmente, porque en aquellos días no va a
haber tregua; los ataques os vendrán por todos lados y vuestra mente
será un gran campo de batalla, donde solo la oración y la confianza en
Dios, os darán la libertad. En el tiempo que dure el último reinado de
mi adversario, el infierno se trasladará a la tierra y todo aquel que
se aparte de Dios o camine en tibieza espiritual, se perderá.
No soltéis mi rosario
pequeñitos, orad a todo instante; sellad todos los días vuestra mente
con la Sangre de mi Hijo. Su Poder, junto con mi Rosario, son armas
poderosas para combatir el reino de las tinieblas. Consagraos todos los
días a la preciosa Sangre de mi Hijo y consagrad vuestras familias,
para que en los días de oscuridad que se aproximan, ninguno se pierda.
Si no oráis, mi adversario y sus demonios irán tomando poder sobre
vosotros; es por eso que desde ya debéis de empezar a hacer de vuestra
mente un fortín de oración, para que permanezcáis firmes en la fe y
podáis repeler todos los dardos incendiarios que mi adversario os
envía. Vuestra mente representa el alma, no permitáis que se pierda por
falta de oración.
Cada dardo que recibáis en la
mente, debéis de repelerlo inmediatamente con jaculatorias a la
Preciosa Sangre de mi Hijo o llamándome y diciendo: Ave María Purísima,
venid en mi auxilio. Y Yo, vuestra Madre, volaré en vuestro socorro.
Llamad también a Miguel, haced su oración de combate todos los días
diciendo: Bendito San Miguel, defiéndenos en la batalla. Sé nuestro
amparo contra la perversidad y acechanzas del demonio. Reprímale Dios,
pedimos suplicantes, y tu Príncipe de la Milicia Celestial, armado del
poder divino, arroja al infierno a Satanás y a los espíritus malignos
que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén
Preparaos pues hijitos míos,
porque los días de la gran batalla espiritual, están por comenzar.
Apartaos de las cosas y afanes de este mundo. Abrid vuestros corazones
al amor de Dios y al amor de ésta Madre, que tanto os ama y no quiere
que ninguno de sus hijitos se pierda. Poned pues en práctica todo
cuanto os digo, para que podáis permanecer en paz y en victoria.
Dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad.