¡LAS NACIONES SE PREPARAN PARA LA GUERRA!
10 DE FEBRERO DE 2013 – 1:35 P.M.
10 DE FEBRERO DE 2013 – 1:35 P.M.
LLAMADO URGENTE DE DIOS PADRE A LA HUMANIDAD
Pueblo mío, paz a vosotros.
Las naciones se prepararán
para la guerra. Los emisarios del mal buscan acabar con una tercera
parte de la humanidad, todo está planeado para desestabilizar la paz.
Los reyes de las naciones poderosas al servicio de mi adversario quieren
dar inicio a la guerra, para establecer su reinado de dominio y
sometimiento a las naciones y así allanar el camino para la aparición
del anticristo. Planes de destrucción masiva van a ponerse en marcha,
aprovechando el conflicto bélico. La muerte silenciosa será esparcida
por los aires, el caos y la anarquía, por un tiempo la humanidad vivirá.
Mi pueblo comenzará a hacer
purificado en el horno de la tribulación; el retumbar de los corceles,
el estallido de las bombas y el estruendo de los pájaros de acero, se
robarán la paz de mi creación. Mi tierra se estremecerá y gemirá como
mujer en parto, mi pueblo caminará al destierro; las mujeres, los niños y
los ancianos, abandonarán las ciudades; los jóvenes serán reclutados y
los hombres serán más escasos que el oro de ofir.
Ayes se escucharán por
doquier, la hija de mi pueblo será mancillada, su honor y su vergüenza
rodarán por el suelo. ¡Oh, cuánto dolor hay en mi pueblo, la desgracia
le ha venido de improvisto!. De nada vale gritar, nadie escuchará, todo
es caos y desolación. Las ciudades parecen fantasmas, el silencio de la
muerte las habita; mi pueblo ha comenzado su calvario, su tragedia es un
grito desesperado que traspasa la inmensidad del universo, clamando
justicia y libertad.
¡Ay de ti, Jerusalén, porque
no quedará de ti piedra sobre piedra!. Tus colinas serán tomadas por tus
enemigos, tus casas saqueadas, tus hijas avergonzadas y tus valientes
muertos.
Pueblo mío, preparaos, porque
se acercan los días de vuestro desierto; todo tiene que cumplirse como
está escrito; todo tiene su tiempo señalado en este mundo pasajero. La
hierba se seca, la flor se marchita, pero la palabra de Dios perdura
para siempre. La injusticia de los hombres despertará mi justicia, pero
al final el orden y el derecho reinarán. Mis sobrevivientes serán mañana
mi pueblo elegido que habitará conmigo, los nuevos cielos y la nueva
tierra, de mi nueva creación. Quedad en mi paz, pueblo mío, heredad mía.
Vuestro Padre, Yhavé, Señor de las Naciones.
Dad a conocer mis mensajes en todos los confines de la tierra.