¡MI BENEDICTO SEGUIRÁ SIENDO EL VICARIO DE MI IGLESIA, HASTA EL NOMBRAMIENTO DE PEDRO ROMANO!
FEBRERO 20 DE 2013 - 7:55 A.M.
FEBRERO 20 DE 2013 - 7:55 A.M.
LLAMADO URGENTE DE JESÚS SACRAMENTADO AL MUNDO CATÓLICO
Esto dice el Señor:
Con la renuncia de mi vicario
comenzarán los días de purificación de mi Iglesia. La silla de Pedro
quedará vacante para que se dé inicio a todo cuanto está escrito sobre
mi Iglesia de estos últimos tiempos. El tiempo de mi adversario y sus
emisarios del mal está por comenzar, donde está el cadáver, allí se
reunirán los buitres.
Mi Iglesia comenzará su
doloroso calvario, calvario necesario para que renazca una nueva Iglesia
fortalecida en la fe, llena de los carismas del Espíritu, y entregada
totalmente al servicio de mi pueblo. La humildad, la caridad, la
pobreza, y ante todo el amor, serán el lema de mi nueva Iglesia.
Preparaos pues rebaño mío,
pueblo mío, porque se acerca la hecatombe espiritual que hará temblar
los cimientos de mi Iglesia, pero que no podrá derrumbarla, porque ahí
estaré Yo, para sostenerla. Muchos de mis ministros fieles a mi
evangelio y doctrina, derramarán su sangre por la defensa de mi Iglesia;
otros huirán, y un resto se dejará seducir por los rebeldes. Pueblo
mío, orad y velad, porque el Getsemaní de mi Iglesia está por comenzar.
El falso papa ya está listo para aliarse con el falso mesías y dar
comienzo a la profanación de mi santuario santo; todos los traidores ya
están a la espera del falso dios, el show está por comenzar, la hora de
las tinieblas está cerca. El Hijo del Hombre nuevamente será sentenciado
a muerte por sus propios familiares.
La cruz que cargará mi pueblo
ya está lista: no temáis, pueblo mío; seguidme, que yo voy delante de
vosotros cargando la mía. Ya no hay marcha atrás, todo está por
cumplirse; cielo y tierra pasarán, más mis palabras no pasarán. En medio
de la tribulación enviaré mi aviso y mi pueblo será purificado y
fortalecido en el espíritu, para que pueda sobrellevar los días de la
gran prueba.
Cuando mi culto diario sea
suspendido, comenzará el tiempo de la gran abominación y persecución;
entonces, sabréis que ya no estaré en el silencio de mis sagrarios y que
todos vosotros debéis de huir a los refugios que mi Madre os enseñará;
allí estaréis seguros y mi Madre será el Sagrario donde permaneceré en
aquellos días. Buscadla y mi Madre, os mostrará las Iglesias remanentes
donde encontraréis a mis sacerdotes fieles a mi evangelio y doctrina,
los cuales os darán a comer de mi Cuerpo y beber de mi Sangre.
Permaneced pues unidos a Mí, a
mi Madre y a mis Ejércitos Celestiales, para que nada, ni nadie, os
puedan hacer daño. Orad por la renovación de mi Iglesia y no abandonéis a
mi Benedicto. Mi Benedicto seguirá siendo el vicario de mi Iglesia,
hasta el nombramiento de Pedro Romano.
Mi paz os dejo, mi paz os doy.
No temáis, Yo estaré con vosotros hasta la consumación de los tiempos.
Vuestro Amado, Jesús Sacramentado.