¡ESTE MUNDO QUE CONOCÉIS MUY PRONTO SERÁ TRANSFORMADO EN UNA NUEVA CREACIÓN!
3 DE MARZO DE 2013 – 3:30 P.M.
3 DE MARZO DE 2013 – 3:30 P.M.
LLAMADO URGENTE DE DIOS PADRE A LA HUMANIDAD
Heredad mía, pueblo mío, paz a vosotros.
Este mundo que conocéis muy
pronto será transformado en una nueva creación. Todo cambiará de un
momento a otro, nada de esto quedará; todo será renovado y creado de
nuevo por mi divina voluntad y misericordia. En mi nueva creación seréis
nuevas criaturas, seréis seres espirituales y viviréis con Dios y para
Dios. No envejeceréis, ya que no estaréis sujetos al tiempo, sino a la
divina voluntad, que es amor, vida y plenitud.
Mi Jerusalén Celestial es el
paraíso que tengo reservado a mis hijos que permanecerán fieles a Mí, en
la prueba de purificación. En mis nuevos cielos y en mi nueva tierra,
la gloria de Dios estará con vosotros. Descubriréis hijos míos, el mundo
espiritual donde todo es posible; todo se os dará con sólo pensarlo. Ya
no seréis esclavos de la carne, porque el espíritu dominará sobre la
materia. Seréis seres espirituales en un mundo espiritual; mi Santo
Espíritu estará en comunión con vosotros y la creación, formando una
sola esencia de amor, gozo y armonía.
Hijos míos, heredad mía, os
digo todo esto para que lo meditéis en vuestro corazón y os sirva mañana
de fortaleza y esperanza en los momentos difíciles que pasaréis. Esta
promesa de vida os ayudará a tener confianza en Dios y os alentará a
seguir adelante en los días de purificación que se os avecinan.
Preparaos pues hijos míos, porque mi despertar de conciencias llegará en
cualquier momento. Permaneced orantes y vigilantes, para que cuando
lleguéis a la presencia de Dios, vuestras lámparas estén encendidas y
podáis ser jusitificados.
Muchas almas no van a poder
regresar a este mundo y se van a perder, por no estar preparadas; muchas
no van a resistir el paso por la eternidad. Por eso hijos míos, os pido
que os preparéis espiritualmente; desgarrad vuestros corazones,
arrepentíos y no pequéis más; dejad la terquedad y tomad con seriedad y
responsabilidad este gran acontecimiento que cambiará vuestras vidas. El
aviso os acercará o alejará del Reino de Dios. ¡Decidíos de una vez,
porque el tiempo ya no es tiempo!.
Las trompetas de mi justicia
divina nuevamente sonarán, anunciando la llegada de mi aviso y el
comienzo de la gran tribulación. Estad atentos a las señales del cielo,
porque vuestros ojos verán fenómenos espirituales y cósmicos nunca antes
vistos. Se acercan los días del Reino de Dios, alegraos y regocijaos en
el Señor, porque viene a reinar con justicia todas las naciones. Quedad
en mi paz, pueblo mío, heredad mía. Vuestro Padre Yhavé, Señor de las
Naciones.
Dad a conocer mis mensajes en todos los confines de la tierra.