MENSAJE DE SAN MIGUEL ARCÁNGEL
A LUZ DE MARÍA
DOMINGO DE RAMOS
14 DE ABRIL DEL 2019
A LUZ DE MARÍA
DOMINGO DE RAMOS
14 DE ABRIL DEL 2019
Pueblo de Dios:
EN ADORACIÓN TOTAL A NUESTRO REY Y SEÑOR JESUCRISTO (Cfr. I Tm 6,15 ), LAS
LEGIONES CELESTIALES NOS MANTENEMOS POSTRADAS ANTE EL INFINITO AMOR
DIVINO, DADOR DE MISERICORDIA PARA LAS CRIATURAS HUMANAS.
EL RECHAZO DEL HOMBRE
HACIA DIOS ES SUPERADO POR LA DIVINA MISERICORDIA QUE ESPERA LA
CONVERSIÓN DE QUIENES NO LE AMAN PARA QUE SALVEN EL ALMA.
La Semana Mayor no posee
significado alguno para una gran mayoría de hijos de Dios. Es algo
olvidado, una oportunidad de vacacionar y entrar en contacto directo con
el pecado, es la oportunidad para la diversión.
SI LA CRIATURA HUMANA
MANTUVIERA LA CORDURA, ENCONTRARÍA EN ESTA CONMEMORACIÓN LA OPORTUNIDAD
PARA ADHERIRSE A CADA UNO DE LOS INSTANTES EN QUE NUESTRO REY Y SEÑOR
JESUCRISTO FUE DEVELANDO EL AMOR DIVINO POR SUS HIJOS. Ese
Amor que el hombre lamentará haber olvidado en el instante que entrará
en comunión con su conciencia y poseerá ante sí mismo la realidad de sus
pecados.
LA HUMANIDAD NO SERÁ LA MISMA, EXISTE “UN ANTES” Y “UN DESPUÉS” PARA ESTA GENERACIÓN.
LA DESESTIMACIÓN DEL
VALOR DE LA PASIÓN, MUERTE Y RESURRECCIÓN DE NUESTRO SEÑOR Y REY
JESUCRISTO CONTINÚA ARRASTRANDO AL HOMBRE HACIA LA HECATOMBE ESPIRITUAL,
OBJETIVO DEL DEMONIO.
La humanidad se encuentra en
su más grande encrucijada, sentenció nuevamente a Nuestro Rey y Señor
Jesucristo (Cfr. Lc 23,13-25) y se sentenció a sí misma. El mundo arde
en el mal y por ello se dividen quienes son de Cristo y quienes no
desean ser de Cristo, quienes vencen las pruebas para mantenerse con el
Rey de Cielos y Tierra y quienes se han entregado al mal.
PUEBLO DE DIOS, CRISTO, REY DEL UNIVERSO, LES LLAMA A MIRARSE EN EL INTERIOR DE CADA UNO,
en donde solo la criatura misma conoce sus obras y acciones, esas que
gritan: ¡CRUCIFÍCALE!, esas que moran dentro de la criatura humana y
viven en aparente silencio, pero en realidad el hombre dentro de él
lleva lo que no desea reconocer, un poco de aquellos que gritaron:
¡CRUCIFÍCALE!, de aquellos que le traicionaron, que le abandonaron.
La ignorancia humana lleva a
la humanidad a dejar atrás el acontecimiento de la Cruz o a recordarlo y
no vivirlo. El hombre no logra vivir la plenitud interior, el sendero
del encuentro en el camino de Emaús, la mística del camino espiritual.
Por ello la humanidad va hacia lo que ha gestado, hacia su propio
camino, al que no ha invitado a Nuestro Rey y Señor Jesucristo.
ESTA SEMANA MAYOR
DEBERÍA NO CONMEMORARSE, SINO VIVIRSE DESDE LO MÁS ÍNTIMO DEL CORAZÓN
DEL HOMBRE, EN LA FE, EN LA ESPERANZA Y EN LA CARIDAD, SIN LAS CUALES EL
TRANSITAR DEL HIJO DE DIOS ES MÁS PENOSO.
Pueblo de Nuestro Rey y Señor
Jesucristo, es el instante en que deben mantenerse en otra atmósfera
para que la fe sea plena, deben mantenerse dentro de un microclima, sin
contaminación para que la esperanza no se pierda. Tienen que purificar
el aire que respiran para que la caridad no sea un acto espontáneo, sino
que sea propia del hijo de Dios, no fingida, sino “de natural” y entonces el obrar, actuar y reaccionar será a la manera Divina.
EN ESTE DÍA DE
ACLAMACIONES Y VÍTORES A NUESTRO REY Y SEÑOR JESUCRISTO, AL ALZAR LAS
RAMAS PARA ACLAMAR AL HIJO DE DIOS, MEDITEN PARA QUE NO ACLAMEN LUEGO LO
QUE ES CONTRARIO A LA LEY DIVINA, PARA QUE NO VITOREEN LUEGO AL
ANTICRISTO.
Pueblo de Dios, la cruel
realidad de la humanidad no puede ser descrita, los horrores que padece
la Iglesia de Nuestro Rey y Señor Jesucristo llevan a que nuevos
mártires eleven la voz y compartan la Palabra que Nuestro Rey y Nuestra
Reina y Madre, donan a la humanidad para alertarles del potencial
peligro dentro del cual se mueve y hacia donde le arrastra el Demonio.
La Iglesia de Dios que nos ha
sido encomendada para custodiarla de la estrategia del mal, es definida
y no la miran debido a que miran con la lupa de la personalidad y no
del alma de cada uno, que les auxiliaría para que discernieran bajo el
amparo de Espíritu Santo.
Instrumentos fieles que
elevan la Palabra que reciben de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, de
Nuestra Reina y Madre o de este Mensajero de la Trinidad Sacrosanta,
serán mártires visibles ante la negación de quienes no son del todo
ajenos a la crisis de fe de la Iglesia. ¡Quién lleva la Luz de Dios en
sus manos para despertar a sus hermanos, es asediado!
MEDITEN DURANTE ESTA
SEMANA MAYOR, PALPITEN AL RITMO DIVINO, RESPIREN AL RITMO DIVINO. MIREN,
ESCUCHEN, SIENTAN, CAMINEN AL RITMO DE LA MADRE DOLOROSA PARA QUE LUEGO
COMO NUESTRA REINA Y MADRE, ALCANCEN EL GOZO DE SER CRIATURAS NUEVAS,
RESUCITADAS EN NUESTRO GLORIOSO REY Y SEÑOR JESUCRISTO.
Oren, la tierra se mueve y el hombre se arrodilla.
La Esperanza se mantiene al practicar el Amor…
La Caridad se cultiva al cumplir la Voluntad de Dios…
y en todo ello quien es experta es vuestra Reina y Madre.
ACOMPÁÑENSE DE VUESTRA REINA Y MADRE, LOS OBSTÁCULOS QUE ENFRENTAN LOS VERDADEROS Y CUMPLIDORES HIJOS DE DIOS, NO SE HACEN ESPERAR, ENCONTRARÁN GRANDES BATALLAS EN LA MISMA CASA DE DIOS.
Les amparo.
Les amparo.
¿QUIÉN COMO DIOS?
San Miguel Arcángel
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA
COMENTARIO DE LUZ DE MARÍA
Hermanos
Cristo Amor, Pasión, Muerte y
Resurrección triunfa sobre la muerte y nos llama para que nosotros
triunfemos sobre nuestra muerte cotidiana, esa a la que nos lleva
nuestra voluntad humana.
Este es el instante preciso
para vencer el ego humano y así que Cristo sea todo en todos. Abrirse a
encontrar ese Amor Divino en el interior de nosotros es encontrar la
Luz que no encontraremos en ningún otro lugar. Lo que el hombre busca
fuera de sí mismo, lo tiene tan dentro que en la mayoria de las
ocasiones no lo encuentra.
Adentrémonos y unámonos a ese
despertar espiritual que Cristo nos ofrece y que nos guía sin
contratiempos, sin condiciones, únicamente nos solicita la obediencia y
el cumplimiento de Su Ley Divina y ser Amor, eso de lo que carece la
humanidad.