A UNIÃO INDIVISÍVEL DOS TRÊS SAGRADOS CORAÇÕES

São José

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quarta-feira, 17 de outubro de 2018

NOS HEMOS NEGADO A ESCUCHAR Por Luz de María


NOS HEMOS NEGADO A ESCUCHAR

Por Luz de María



Hermanos.

Comparto con ustedes algunos temas de los que Nuestro Señor y Nuestra Madre Santísima me revelan.

Mirando retrospectivamente la historia de la humanidad y su paso de gloria y dolor en esa afanosa búsqueda de Dios, que el hombre ha mantenido siempre, equivocándose en algunas ocasiones y en otras acertando a través de la constancia y la obediencia, podemos ver con claridad que la actitud del hombre ha sido la que ha acarreado la purificación para sí mismo, o ha ganado la libertad, pero hablo de la verdadera libertad que alcanzan los hijos de Dios luego de una afanosa perseverancia.

A través de la Sagrada Escritura, obtenemos el conocimiento del acontecer del hombre en sus diferentes etapas de la historia de la Salvación.

Nuestro Señor Jesucristo EL HOMBRE DIOS aceptó ser el Cordero Divino que se inmolaría en la Cruz por cada uno de nosotros sus hijos pero antes, Su Madre pronunció el Sí a la Voluntad del Padre para que nuestro Señor viniera a abrirnos la infinita bendición del perdón y por ende de la Salvación.

Hemos meditado con el corazón contrito, los últimos mensajes que he recibido y en verdad que parece una analogía entre la generación que vivió el diluvio y la nuestra. Leemos con atención la ostentación del hombre de esa época por alcanzar a Dios sin el esfuerzo espiritual, sin el cambio de vida, sin la conversión y esta generación actual que actúa dentro de un ostentoso libertinaje que le lleva a caer en la aberración.


Tanto nuestro Señor como nuestra Madre Santísima han reiterado Su llamado a la conversión de esta generación, que antecede la llegada de grandes calamidades como el vivir bajo un gobierno único, una religión única, una globalización total sometida a esos poderes  que son  dominados por  el anticristo.

Cómo hacer comprender a los hermanos que se mofan de la Palabra de Nuestro Señor y de la Palabra Materna que anticipándose al desenlace doloroso de estos Sus hijos, son insistentes en llevarnos a ver el obrar y actuar de la humanidad que se aleja cada vez más de los mandatos Divinos y del Amor Misericordioso.

A sabiendas, por diversas fuentes que generan información a través de los medios de comunicación masivos, de lo cerca que nos encontramos de un desenlace ya anticipado para que nos convirtamos, la indiferencia sigue haciendo morada en el corazón del hombre; pensamiento, mente y un adormecimiento de la consciencia de algunos, es algo normal en la humanidad para continuar dándole el lugar de Dios al demonio.

Me ha mencionado nuestro Señor que Su Corazón Sacratísimo ha sido severamente traicionado por el hombre que sin una debida instrucción desconoce que para reencontrarse con Él, no basta con las oraciones, sino debemos ser acción para que el mal no se extienda con esa espantosa libertad.  Me dice nuestro Señor que no desea que seamos uno más dentro de Su Cuerpo Místico, sino que debemos reconocer que somos a Imagen y Semejanza Divina y cada uno es único ante los ojos de Dios y que el semejante necesita obras a favor de los desprotegidos e indefensos, por lo que debemos alzar la voz y no dormitar, porque el ser un buen cristiano va más allá de lo que comúnmente se piensa, no es crecer para la salvación de mi alma, sino par la salvación del mayor número de almas.

El Señor que nos mira constantemente, me habla de Su tristeza al mirar que para algunos gobiernos es más importante mantener grandes empresas exportadoras que cuidar la salud de los habitantes. Me dice que los alimentos se encuentran intoxicados por sustancias químicas, pesticidas herbicidas que son derivados del arsénico, hormonas  y por si fuera poco les agregan antibióticos para evitar plagas y que los alimentos crezcan con mayor rapidez, sin dejar de lado el ganado, y demás animales para consumo humano.

Continuamente el Señor me habla de este instante, en que un cementerio de criaturitas humanas sobreabunda por doquier y en su gran mayoría son inocentes.

El hombre, acostumbrado a vivir sin pensar, se ha convertido en un depredador de su misma especie y se ha alejado de la Semejanza con Su Creador, tendiendo así hacia el mal que ha llegado a tomar posesión de las almas.

Me dice nuestro Señor que la novedad del Evangelio debería ser una constante Buena Nueva que motive a los creyentes a salir de la monotonía y vivir más en la búsqueda de esa fusión con Cristo. En su lugar, la juventud ha encontrado novedades externas que le llaman a tomar caminos equivocados y ser partidarios de las ideologías sin Dios, enfrascadas en falsas  y momentáneas experiencias con las que les inclinan la búsqueda de fenómenos y no a la búsqueda de un cambio interior  en el espíritu.

Me ha llevado nuestra Madre Santísima con Ella a mirar algunas personas de las que se encuentran en las manifestaciones destruyendo imágenes de nuestro Señor Jesucristo y de nuestra Madre y hasta cometiendo actos dolorosísimos con la Santa Cruz. Nuestra Madre se siente desolada y de Sus Ojos brotan Lágrimas y me dice; algunas de estas criaturas se encuentran vacías, otras han crecido con grandes conflictos y no permiten que les llamen a acoger un mandato. En esos corazones es donde reina la desazón y  se destaca la rebeldía y piensan que pueden vivir rompiendo la Ley Divina y las leyes de la tierra, esas criaturas si no se convierten, serán rudos opresores del Pueblo de Mi Hijo y seguidores del anticristo.

Estas mentalidades empobrecidas son las ejecutoras de lo que a nivel global organiza y envía solapadamente el orden mundial hacia las naciones que se encuentran subyugadas a través de préstamos para que los países estabilicen las economías.

Lo que Mis hijos pasan desapercibido, sin razonar, que ninguna economía logrará emerger cuando todas caigan y eso no se encuentra lejos.

Todo lo que sea institución será enemiga del mal, por lo cual, desde el matrimonio, los gobiernos,  la Iglesia y demás instituciones,  serán eliminadas y tomadas por el llamado poder mundial.

La ignorancia lleva a la necedad y la necedad lleva a que el hombre niegue lo que desconoce o lo que sabe que es verdad pero por temor lo niega. Estos hechos llevarán a que algunos de Mis hijos se alíen al mal, para sentirse seguros.

El Pueblo de Mi Hijo desconoce los acontecimientos que se cumplirán y  por desconocimiento se abalanzan sobre las temibles hordas del mal para formar parte de ellas y  carentes de formación al respecto no se adentran en el despertar de la conciencia para salvar el alma.

Me dice nuestra Madre que los signos son constantes, las señales no se hacen esperar por toda la humanidad y que el alcance de la alteración del sol sobre la tierra, es uno de los causantes de la alteración en la mente de la criatura humana y con ello el padecer de tanta enfermedad psiquiátrica. Así como la variación del eje terrestre es causante de que los polos de la tierra sufran el deshielo y las costas se vean amenazadas por el aumento en los niveles de las aguas de los océanos.

Nuestro Señor me dice que Su Pueblo no ha crecido espiritualmente como debería, que se ha transformado en un Pueblo de pasividad y conformismo, sin sacrificarse mediante los desapegos a los gustos excesivos, placeres y apetitos desordenados,; ya no ofrecen ayunos como expiación y como crecimiento espiritual.  

También me expresa Su Dolor por la manipulación que el hombre hace a través de la ciencia, alterando el clima, produciendo terremotos y otros fenómenos, pues no todo cuanto sucede proviene de la naturaleza sino a la vez el hombre desea mostrar su poderío creando o alterando ciclones y causar terremotos, así como confundirá a quienes no se encuentran informados con la aparición de imágenes que representan al Señor o a nuestra Madre en el cielo.

Me dice, hija Mía desconocen hasta dónde ha llegado la ciencia mal empleada, ¡cómo lamento que el mismo hombre no sienta cargos de conciencia al provocar el padecer de sus hermanos!

Nuestra Madre Santísima me ha hablado insistentemente sobre la fraternidad y la necesidad que vamos a tener de reunirnos en comunidades o grupos para enfrentar la persecución que no es solamente a causa de la fe que cada uno profese sino a causa de quienes se nieguen a acatar las ordenes emitidas de altos organismos para que neguemos a Dios, sin interesarles una u otra religión. Lo anterior se encuentra relacionado con el control de la economía y la hambruna  a la que seremos sometidos, por los cambios en el clima,  la alteración que mantiene el sol y la gran contaminación a la que seremos expuestos por la guerra que se declararán las grandes potencias.

Me menciona nuestra Madre el descuido en el que vivimos al no prepararnos con algunos alimentos no perecederos, Ella me dice, EL HOMBRE DEBE ACTUAR Y ESFORZARSE, EL RESTO LO MULTIPLICARÁ MI HIJO. Se encuentran como en los días del diluvio, totalmente preocupados por los asuntos del mundo.

Me dice que cada uno debe transformarse en un mensajero de la Palabra Divina y que ese MENSAJE DEBE SER EL AMOR A DIOS Y AL PRÓJIMO. LO DEMÁS SE DARÁ POR AÑADIDURA.

CON RESPECTO A LOS OTROS ACONTECIMIENTOS QUE SE ACERCAN, ME DICE NUESTRA MADRE QUE LA PREPARACIÓN ES PRINCIPALMENTE ESPIRITUAL, Y QUE NO DEBEMOS OLVIDAR QUE SE NOS PEDIRÁ CUENTAS DE CUANTO HEMOS MULTIPLICADO LOS TALENTOS QUE A CADA UNO SE NOS HA ENTREGADO. LOS TALENTOS DE AMOR, DE COMPASIÓN, DE PIEDAD, DE SERENIDAD, ESPERANZA, CARIDAD, SOBRIEDAD, DISPOSICIÓN, ENTREGA...

El crecimiento espiritual debe llevarnos a vivir una verdadera conversión y un verdadero dolor de nuestros actos pecaminosos, y tener presente que nuestra alma tenemos que salvarla cada uno en particular, porque nadie se salvará por el obrar y actuar ajeno. Ese crecimiento debe llevarnos a vivir en contra de la corriente del mundo y si es necesario que nos aíslen, que nos desprecien, aceptarlo con Amor y por Amor a Dios.

Tenemos algo que es muy nuestro, la personalidad, las decisiones, el ego… y esto debemos transformarlo para que sea más a la manera de Cristo, para nuestro bien y la salvación del alma y así cooperar con nuestros hermanos.

Nuestra Madre me ha hablado sobre los hermanos que no se contentan con los mensajes que recibimos del Cielo y buscan más, cayendo de esta manera en prácticas que no son las normas en las que debe vivir un verdadero cristiano.

Nuestro Señor y nuestra Madre me dicen que luego de tanto padecer y purificación que se está iniciando, quienes perseveren serán, los que vivan el Cielo por adelantado y que en este instante los que perseveren son guiados por el Espíritu Santo en pos del CUMPLIMIENTO DE LA PALABRA DIVINA Y EL RETORNO DE LA TIERRA A DIOS.

Los esfuerzos para mantenerse fusionados a la Voluntad Divina parecen demasiados, pero el día a día nos da la oportunidad de vencer los detentes pero sin caer en los antiguos errores. Este instante es para vivir en la constante novedad del alma que encuentra su contento unida a Cristo y a la intercesión de nuestra Madre Santísima. Cada día es un vencer las ocasiones de culpa o el caer, pero el levantarse y proponerse no regresar a los antiguos errores es de valientes, es de héroes, es lo que desea Cristo de cada uno de nosotros. Aun en la desesperanza, en el desierto, en la soledad, no estamos solos, NUNCA.

Hermanos, yo no poseo toda la verdad, pero si doy fe de lo que recibo y vivo, y la Trinidad Sacrosanta y nuestra Madre SÍ POSEEN LA VERDAD Y NOS LA TRANSMITEN.

AMÉN.