MENSAJE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
A LUZ DE MARÍA
17 DE MARZO DEL 2019
A LUZ DE MARÍA
17 DE MARZO DEL 2019
Amado Pueblo Mío:
MI MADRE INTERCEDE POR CADA UNO DE USTEDES, LA AMEN O NO LA AMEN.
Mi Madre no desea que Sus hijos
se pierdan. Mi Madre se mantiene atenta al desierto del corazón del
hombre que no responde positivamente a Nuestros llamados, no responde al
cambio interior, al que debe dedicarse afanosa y decididamente ¡Ya!
Amados Míos:
SUS HERMANOS NO PUEDEN
CONOCER EL INTERIOR DEL PENSAMIENTO HUMANO NI PUEDEN LLEGAR A LOS
SENTIMIENTOS PERSONALES, YO SÍ ESCUDRIÑO AL HOMBRE, AUNQUE NO LO DESEEN.
Cada uno tiene que tomar conciencia de la trascendencia de este
instante en que se suscitan cambios en los hombres, cambios que no
perciben quienes se encuentran lejos de Mi Palabra, lejos de Mi Verdad,
lejos de la realidad en que viven, cambios en el pensamiento, en la
razón, cambios que beneficiarán a quienes vivan en fe, en Mi Amor, en Mi
perdón, cambios en quienes auxilien a sus hermanos, cambios en quienes
sean fieles y sean caritativos, cambios en quienes den de comer al
hambriento y den agua al sediento, el compartir pasa a ser una ley, ante
la hambruna que se avecina para toda la humanidad. (Cfr. Mt 25,31-36)
ES EL INSTANTE DE LAS
PRUEBAS PARA ESTA GENERACIÓN QUE HA ABANDONADO EL AMOR Y DESVIADO EL
VERDADERO SIGNIFICADO DE ESTE DON INFINITO.
RESISTEN AMARME PARA NO SALIRSE DE LO MUNDANO, por
ello las decisiones no son acertadas, ya que van de la mano del temor a
que les señalen y les repudien por ser de los Míos, ante esto se
encuentran perturbados en el espíritu y en las emociones, poseyendo gran
debilidad para lograr combatir esas perturbaciones.
LA HUMANIDAD HA INVOLUCIONADO AL DESESTIMAR MI PODER,
se encuentran estancados negando la autenticidad de Mi Verdad, dando
auge al demonio que les coloca banderas en las manos para que se dividan
más y más y la confusión sea en todos y en todo. Dentro de Mi Iglesia
reina la confusión, la división, unos deciden recibirme de una forma,
otros de otra; unos en estado de Gracia y otros facultando al
pecador para que quien viva dentro del pecado Me reciba. SOY CRUCIFICADO UNA Y OTRA VEZ.
NO ORAN CON EL CORAZÓN, SINO EN LA DISTRACCIÓN DEL PENSAMIENTO, NO ME HABLAN CON CONFIANZA, FALTA LA ORACIÓN Y LA FRATERNIDAD.
Mis hijos son reflejo de Mi Luz y
deben llevar Mi Luz a donde vayan, llevarla a quienes caminan en la
tibieza, a quienes no son perseverantes en el cambio y en este instante
se alejan por sí mismos de Mi Misericordia.
PREVIO AL ESCRUTARSE PERSONALMENTE MIS HIJOS, SE ENCUENTRAN ANTE LA BENDICIÓN DEL CAMBIO,
gracias a las súplicas e intercesión de Mi Madre para que el Aviso no
les encuentre desprevenidos. Es Ella la Mujer vestida de Sol con la Luna
bajo Sus pies (Apoc 12,1b), la que en el silencio de este instante ha
suplicado esta misericordia para Sus hijos, luego de lo cual dejará caer
la Mano de Mi Padre sobre la humanidad. Así se cumplirá lo escrito y
profetizado para que Mis fieles no se pierdan.
HIJOS, EL DEMONIO UTILIZA
TODOS SUS ARDIDES PARA QUE NO CAMBIEN DE VIDA, PARA QUE CONTINÚEN EN LO
PECAMINOSO, PARA QUE SEAN EGOÍSTAS, PARA QUE SEAN INMISERICORDES, PARA
QUE DESCONOZCAN MI AMOR Y ME TRAICIONEN, PARA QUE LLAMEN MENTIRA A LO
QUE ES VERDAD Y LLAMEN IGNORANCIA A LA FE.
Llega la conmoción del Universo al escuchar los lamentos de los hombres, el Sol calienta la Tierra como nunca antes (1)
y en un instante la oscuridad llegará a la Tierra sin ser anunciada,
permitiendo que en el firmamento tome el lugar protagónico, el
resplandor que impide al hombre mirarle con claridad hasta que el
estruendo sea el eco en la Tierra y todos sean conscientes de que lo
anunciado por Mí y por Mi Madre es verdad.
Oren, la conmoción llega a la humanidad.
Oren, los pueblos se levantan clamando misericordia y Mis hijos padecen.
Oren por las tierras del Norte de América, son estremecidas y azotadas por la naturaleza.
Oren con el corazón por la Institución de Mi Iglesia, por sus hermanos que padecen persecución, por los oprimidos y hambrientos.
ENVIARÉ A MIS EJÉRCITOS
CELESTIALES A MOVER CORAZONES, NO DESEO QUE SE PIERDAN HIJOS, NO DESEO
QUE SE PIERDAN. POR ELLO LA CONVERSIÓN EN ESTE INSTANTE ES MÁS QUE UNA
DECISIÓN, ES CONVICCIÓN Y META DE TODOS MIS HIJOS.
Crean en Mi Misericordia en este
nuevo instante que Mi Madre ha implorado para que se salven y crean en
Mi Justicia. Quien decide vivir en el pecado y no salir del pecado, será
flagelo para los Míos, aún luego del Aviso. (2)
EL TRABAJO INTERIOR ES URGENTE,
más que en otro instante ante las tentaciones que les rodean y el
padecer sorprendente de fenómenos climáticos, atmosféricos y cósmicos
con los que se encontrarán.
Continúen en oración, en fidelidad a Mí y amando al prójimo, den la mano a los hermanos.
Prediquen sin palabras y con
palabras, entreguen oración, consuelo, amor, sean misioneros de Mi Amor
viviendo en la constancia y la donación.
CREAN, YO ESTOY CON USTEDES (Cfr. Mat. 28,20) Y DEBEN CONFIAR EN MÍ.
LES BENDIGO.
Su Jesús
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA
(2) Está próximo el gran Aviso de Dios a la humanidad !
COMENTARIO DE LUZ DE MARÍA
Este llamado de Cristo hacia la
humanidad me lleva a recapitular las Revelaciones que he recibido y me
estremezco ante la contundencia de esta Palabra.
Este Mensaje Divino es para no
olvidarlo y confrontarlo cada instante y en cada situación de nuestra
vida, para que la respuesta nuestra sea más apegada a ese "cambio"
dentro del cual estamos inmersos todos, se desee o no se desee.
Debemos darlo todo para que ese
cambio nos lleve a permanecer atentos, a ser más espirituales y permitir
que nuestra conciencia sea juez de nuestro obrar y actuar continuo para
que no se acalle, no se adormezca y no seamos parte de los perros mudos
de los que habla la Sagrada Escritura.
“A pesar de todo no se hunden
los sólidos cimientos puestos por Dios, en los cuales está inscrito: El
Señor conoce a los suyos, y: aléjese de la maldad el que invoca el
nombre del Señor.” ( 2 Ti 2,19)