A UNIÃO INDIVISÍVEL DOS TRÊS SAGRADOS CORAÇÕES

São José

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segunda-feira, 25 de março de 2019

URGENTE. EN EL PUNTO DE NO RETORNO…

EN EL PUNTO DE NO RETORNO…

Por Luz de María




... ENVIARÉ A MIS EJÉRCITOS CELESTIALES A MOVER CORAZONES, NO DESEO QUE SE PIERDAN HIJOS, NO DESEO QUE SE PIERDAN. POR ELLO LA CONVERSIÓN EN ESTE INSTANTE ES MÁS QUE UNA DECISIÓN, ES CONVICCIÓN Y META DE TODOS MIS HIJOS.

PREVIO AL ESCRUTARSE PERSONALMENTE MIS HIJOS, SE ENCUENTRAN ANTE LA BENDICIÓN DEL CAMBIO, gracias a las súplicas e intercesión de Mi Madre para que el Aviso no les encuentre desprevenidos. Es Ella la Mujer vestida de Sol con la Luna bajo Sus pies (Apoc 12,1b), la que en el silencio de este instante ha suplicado esta misericordia para Sus hijos, luego de lo cual dejará caer la Mano de Mi Padre sobre la humanidad. Así se cumplirá lo escrito y profetizado para que Mis fieles no se pierdan.

Llega la conmoción del Universo al escuchar los lamentos de los hombres, el Sol calienta la Tierra como nunca antes y en un instante la oscuridad llegará a la Tierra sin ser anunciada, permitiendo que en el firmamento tome el lugar protagónico, el resplandor que impide al hombre mirarle con claridad hasta que el estruendo sea el eco en la Tierra y todos sean conscientes de que lo anunciado por Mí y por Mi Madre es verdad. - Nuestro Señor Jesucristo a Luz de María 17.03.2019

REFLEXIÓN…


La Palabra de Cristo es directa, contundente, una flecha que Cristo mismo lanza hacia Sus hijos, una flecha que no daña, sino al contrario, trae consigo lo necesario para que esta generación despierte.

La ola de actos negativos causados por el hombre en varios lugares de la Tierra va acrecentando la reacción nefasta de la criatura humana. Las decadentes noticias relacionadas con el aspecto religioso - espiritual del hombre han llevado a algunos hermanos a apostatar en la fe, ante la concepción equivocada de seguir a los hombres y no a Dios. La opresión causada por algunos gobiernos es otro detonante que va acrecentando esa masa de gran inconformidad, de intranquilidad, de rebelión y esto al mirar a la humanidad como parte de la totalidad de criaturas humanas que vivimos en la Tierra y emanamos lo que llevamos en lo profundo de nosotros, logra que sin desearlo directamente se atraigan los flagelos que sabemos van a acontecer.
 
Me ha mencionado Cristo que lo que el hombre emana en el campo espiritual, en sus deseos y a través de sus actos, forma una capa que sin ser vista por nosotros influye en cada criatura humana de diferente forma. Cristo ha explicado que no se conoce la verdad de la influencia que ejerce  la psiquis humana sobre el total de la humanidad. Si nosotros como criaturas humanas somos generadores de bien o de mal, al poseer libre albedrío es de esperar que al generar el mal o el bien estos no se mantengan estáticos, sino se den hacia fuera de nosotros y afecten a los demás.


Tanto que la Palabra de Dios nos dice contundentemente:

“El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno, y el malo de su mal, saca lo malo: porque de la abundancia del corazón habla su boca”. Lc 6,45

Ya sea lo bueno o lo malo se multiplica en abundancia.
Por ello es que tenemos que mantenernos en alerta en todo aspecto, sin descuidarnos, no sólo por las grandes calamidades de orden natural que van a acontecer, sino más que todo despertar esa consciencia que tenemos todos, ese Amor incondicional de Dios se debe hacer presente en cada criatura humana, hacia los desprotegidos, hacia los que padecen y demás. Cada acto del hombre suma o resta dentro de este instante en que somos llamados a formar parte del trigo, ya que cuanto sucede de una u otra forma nos afecta a todos, por ello no nos debemos conformar con un esfuerzo solamente.

Me mencionó Cristo que cada hombre tiene que convencerse de que es poseedor de dones  y virtudes que aún no ha descubierto, que este es el instante preciso de explotar esas Gracias Divinas y así la criatura humana poseerá una mayor fuerza espiritual. No la fuerza física que esta de moda, que se encuentra vacía por dentro, que es lo mismo que no poseer nada, pues se trabaja en el cuerpo, pero no en el alma, no en ser mejor ser humano, mejor hermano, mejor hijo de Dios, mejor padre de familia, mejor trabajador, ni en ser más fraterno, más atento a los llamados del Cielo y más cumplidor de la Ley de Dios.

LO IMPORTANTE ES EL QUE NOS MANTENGAMOS TRABAJANDO EN SER MEJORES,  RENUNCIANDO AL MAL Y UNIDOS A LA VERDAD DIVINA.

Quienes escudriñamos esta Revelación vemos que en este momento la humanidad vive en el no retorno, pero esto no implica que un hombre que desea el bien, que labora en sí mismo para ser mejor, que no abandona la Barca de Cristo, no suma ante Dios para que los hechos se minimicen. Dios todo lo mira y nada de lo que hagamos en favor del bien, nada queda sin retribución.

Nos llega un cambio interior, el que se nos ofrece a cada ser humano, sin distinción, el aceptarlo o no, es parte del libre albedrío. Estamos ante cambios en el orden social, económico, político, religioso, planetario, ante descubrimientos que no espera el hombre y le estremecerán, cambios geográficos, etc. Nos enfrentamos a imposiciones que no darán tiempo para que el hombre reaccione, ya que el mal trabaja de esa forma. Cuando la humanidad es azotada por los desastres naturales el mal  sale hacia el frente emanando leyes para que cuando llegue la calma, no se pueda reaccionar.

Es el instante de pensar y aprender a ser sabios, ya que las tierras áridas por el ardiente sol, no darán el fruto para saciar el hambre de la humanidad y habrá escasez alimentaria y a la vez el frio llegará cuando menos se espere causando estragos.   Es el resultado de lo que la humanidad ha sembrado en su paso por la Tierra, la ha saqueado, estropeado, desmembrado, la ha herido y ahora la Tierra reclama, si, al hombre por haberla destruido y derramado sangre de inocentes sobre Ella.

La seguridad no se encontrará en una nación, sino en la búsqueda de Dios, en el amparo de la Madre Santísima, en tener consciencia de que no estamos solos, sino que Cristo permanece con nosotros. Vivamos sí, sin permitir que las raíces del pecado continúen siendo los hilos con los que el demonio mueve al hombre como una marioneta y le lleva de un lado hacia otro, sin que encuentre lo que buscaba. Vemos cómo gran parte de nuestros hermanos caminan hacia países poderosos económicamente en busca de algo mejor, en medio de la fatiga, del hambre, de la sed y en realidad se enfrentan con la desesperanza, el rechazo, la impotencia,  sus sueños son truncados y quedan en el abandono, todo esto es producto de esa confusión, de ese dominio maligno en algunos países.

Sabemos que la Tierra se renueva y el gran cinturón del fuego que atraviesa parte del planeta, se encuentra por detonar seriamente, ante lo cual varios países en Latinoamérica serán devastados… Pero no olvidemos que esos terremotos de alta intensidad despertaran otras fallas que existen en la tierra por esto es que el Cielo nos ha adelantado que toda la tierra se estremecerá.

Recordemos que estos gravísimos sucesos nos deben llevar a meditar en que el cambio debe ser interior y personal, como lo indican los últimos mensajes del Cielo que nos llaman a la realidad de que sin Dios nada somos y sin ser fraternos no llegaremos a ninguna parte, nos llaman a levantarnos sobre nosotros mismos, a sabiendas de que el que elige a Cristo le es más duro el camino, las pruebas se acrecientan y los sinsabores no se detienen, pero no es porque al cristiano le falte algo, sino porque el mal sabe que esta es la generación de los Hijos de la Madre Santísima y que Ella le aplastará la cabeza a satanás.

Por lo anterior, es inminente el cambio del ser humano, se desee o no se desee, para bien o para mal, cada uno con su libre albedrío lo decidirá. Cristo nos dice que los sentidos físicos del hombre tienen que llegar a compenetrarse con el espíritu, de lo contrario poco o nada hará la criatura humana en la Tierra.

El hombre que busca a Dios, no se aparte de ese camino…
El hombre que no le ha buscado, que no pierda el tiempo…