EN EL PUNTO DE NO RETORNO…
Por Luz de María
... ENVIARÉ A MIS EJÉRCITOS
CELESTIALES A MOVER CORAZONES, NO DESEO QUE SE PIERDAN HIJOS, NO DESEO
QUE SE PIERDAN. POR ELLO LA CONVERSIÓN EN ESTE INSTANTE ES MÁS QUE UNA
DECISIÓN, ES CONVICCIÓN Y META DE TODOS MIS HIJOS.
PREVIO AL ESCRUTARSE
PERSONALMENTE MIS HIJOS, SE ENCUENTRAN ANTE LA BENDICIÓN DEL
CAMBIO, gracias a las súplicas e intercesión de Mi Madre para que el
Aviso no les encuentre desprevenidos. Es Ella la Mujer vestida de Sol
con la Luna bajo Sus pies (Apoc 12,1b), la que en el silencio de este
instante ha suplicado esta misericordia para Sus hijos, luego de lo cual
dejará caer la Mano de Mi Padre sobre la humanidad. Así se cumplirá lo
escrito y profetizado para que Mis fieles no se pierdan.
Llega la conmoción del
Universo al escuchar los lamentos de los hombres, el Sol calienta la
Tierra como nunca antes y en un instante la oscuridad llegará a la
Tierra sin ser anunciada, permitiendo que en el firmamento tome el lugar
protagónico, el resplandor que impide al hombre mirarle con claridad
hasta que el estruendo sea el eco en la Tierra y todos sean conscientes
de que lo anunciado por Mí y por Mi Madre es verdad. - Nuestro Señor Jesucristo a Luz de María 17.03.2019
REFLEXIÓN…
La Palabra de Cristo es directa,
contundente, una flecha que Cristo mismo lanza hacia Sus hijos, una
flecha que no daña, sino al contrario, trae consigo lo necesario para
que esta generación despierte.
La ola de actos negativos
causados por el hombre en varios lugares de la Tierra va acrecentando la
reacción nefasta de la criatura humana. Las decadentes noticias
relacionadas con el aspecto religioso - espiritual del hombre han
llevado a algunos hermanos a apostatar en la fe, ante la concepción
equivocada de seguir a los hombres y no a Dios. La opresión causada por
algunos gobiernos es otro detonante que va acrecentando esa masa de gran
inconformidad, de intranquilidad, de rebelión y esto al mirar a la
humanidad como parte de la totalidad de criaturas humanas que vivimos en
la Tierra y emanamos lo que llevamos en lo profundo de nosotros, logra
que sin desearlo directamente se atraigan los flagelos que sabemos van a
acontecer.
Me ha mencionado Cristo que lo
que el hombre emana en el campo espiritual, en sus deseos y a través de
sus actos, forma una capa que sin ser vista por nosotros influye en cada
criatura humana de diferente forma. Cristo ha explicado que no se
conoce la verdad de la influencia que ejerce la psiquis humana sobre el
total de la humanidad. Si nosotros como criaturas humanas somos
generadores de bien o de mal, al poseer libre albedrío es de esperar que
al generar el mal o el bien estos no se mantengan estáticos, sino se
den hacia fuera de nosotros y afecten a los demás.
Tanto que la Palabra de Dios nos dice contundentemente:
“El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno, y el malo de su mal, saca lo malo: porque de la abundancia del corazón habla su boca”. Lc 6,45
Ya sea lo bueno o lo malo se multiplica en abundancia.
Por ello es que tenemos que mantenernos en alerta en todo aspecto, sin descuidarnos, no sólo por las grandes calamidades de orden natural que van a acontecer, sino más que todo despertar esa consciencia que tenemos todos, ese Amor incondicional de Dios se debe hacer presente en cada criatura humana, hacia los desprotegidos, hacia los que padecen y demás. Cada acto del hombre suma o resta dentro de este instante en que somos llamados a formar parte del trigo, ya que cuanto sucede de una u otra forma nos afecta a todos, por ello no nos debemos conformar con un esfuerzo solamente.
Me mencionó Cristo que cada
hombre tiene que convencerse de que es poseedor de dones y virtudes que
aún no ha descubierto, que este es el instante preciso de explotar esas
Gracias Divinas y así la criatura humana poseerá una mayor fuerza
espiritual. No la fuerza física que esta de moda, que se encuentra vacía
por dentro, que es lo mismo que no poseer nada, pues se trabaja en el
cuerpo, pero no en el alma, no en ser mejor ser humano, mejor hermano,
mejor hijo de Dios, mejor padre de familia, mejor trabajador, ni en ser
más fraterno, más atento a los llamados del Cielo y más cumplidor de la
Ley de Dios.
LO IMPORTANTE ES EL QUE NOS MANTENGAMOS TRABAJANDO EN SER MEJORES, RENUNCIANDO AL MAL Y UNIDOS A LA VERDAD DIVINA.
Quienes escudriñamos esta
Revelación vemos que en este momento la humanidad vive en el no retorno,
pero esto no implica que un hombre que desea el bien, que labora en sí
mismo para ser mejor, que no abandona la Barca de Cristo, no suma ante
Dios para que los hechos se minimicen. Dios todo lo mira y nada de lo
que hagamos en favor del bien, nada queda sin retribución.
Nos llega un cambio interior, el que se nos ofrece a cada ser humano, sin distinción, el aceptarlo o no, es parte del libre albedrío. Estamos ante cambios en el orden social, económico, político, religioso, planetario, ante descubrimientos que no espera el hombre y le estremecerán, cambios geográficos, etc. Nos enfrentamos a imposiciones que no darán tiempo para que el hombre reaccione, ya que el mal trabaja de esa forma. Cuando la humanidad es azotada por los desastres naturales el mal sale hacia el frente emanando leyes para que cuando llegue la calma, no se pueda reaccionar.
Es el instante de pensar y aprender a ser sabios, ya que las tierras áridas por el ardiente sol, no darán el fruto para saciar el hambre de la humanidad y habrá escasez alimentaria y a la vez el frio llegará cuando menos se espere causando estragos. Es el resultado de lo que la humanidad ha sembrado en su paso por la Tierra, la ha saqueado, estropeado, desmembrado, la ha herido y ahora la Tierra reclama, si, al hombre por haberla destruido y derramado sangre de inocentes sobre Ella.
La seguridad no se encontrará en
una nación, sino en la búsqueda de Dios, en el amparo de la Madre
Santísima, en tener consciencia de que no estamos solos, sino que Cristo
permanece con nosotros. Vivamos sí, sin permitir que las raíces del
pecado continúen siendo los hilos con los que el demonio mueve al hombre
como una marioneta y le lleva de un lado hacia otro, sin que encuentre
lo que buscaba. Vemos cómo gran parte de nuestros hermanos caminan hacia
países poderosos económicamente en busca de algo mejor, en medio de la
fatiga, del hambre, de la sed y en realidad se enfrentan con la
desesperanza, el rechazo, la impotencia, sus sueños son truncados y
quedan en el abandono, todo esto es producto de esa confusión, de ese
dominio maligno en algunos países.
Sabemos que la Tierra se renueva y
el gran cinturón del fuego que atraviesa parte del planeta, se
encuentra por detonar seriamente, ante lo cual varios países en
Latinoamérica serán devastados… Pero no olvidemos que esos terremotos
de alta intensidad despertaran otras fallas que existen en la tierra por
esto es que el Cielo nos ha adelantado que toda la tierra se
estremecerá.
Recordemos que estos gravísimos
sucesos nos deben llevar a meditar en que el cambio debe ser interior y
personal, como lo indican los últimos mensajes del Cielo que nos llaman a
la realidad de que sin Dios nada somos y sin ser fraternos no
llegaremos a ninguna parte, nos llaman a levantarnos sobre nosotros
mismos, a sabiendas de que el que elige a Cristo le es más duro el
camino, las pruebas se acrecientan y los sinsabores no se detienen, pero
no es porque al cristiano le falte algo, sino porque el mal sabe que
esta es la generación de los Hijos de la Madre Santísima y que Ella le
aplastará la cabeza a satanás.
Por lo anterior, es inminente el
cambio del ser humano, se desee o no se desee, para bien o para mal,
cada uno con su libre albedrío lo decidirá. Cristo nos dice que los sentidos físicos del hombre tienen que llegar a compenetrarse con el espíritu, de lo contrario poco o nada hará la criatura humana en la Tierra.
El hombre que busca a Dios, no se aparte de ese camino…
El hombre que no le ha buscado, que no pierda el tiempo…