MENSAJE DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
A SU AMADA HIJA LUZ DE MARÍA
9 DE FEBRERO DEL 2022
Amados hijos de Mi Corazón Inmaculado:
UNIDOS EN LA CRUZ DE MI HIJO, LES BENDIGO.
La Cruz de Mi Hijo es signo de Redención, aunque esta no llega a la criatura humana sin que cada uno lo desee de corazón y sea consciente de sus deberes para ser hijo de Mi Divino Hijo.
Les llamo una vez más a la conversión en este momento de peligro espiritual en el que el Demonio, no solo merodea (Cf I Ped. 5,8), sino ataca a Mis hijos.
La Fe es el obrar y actuar de cada momento con la fragancia del asemejar al obrar y actuar de Mi Divino Hijo.
ESTA GENERACIÓN HA RETROCEDIDO EN EL ESPÍRITU... Continuamente le ofrecen vinagre a Mi Divino Hijo (Sal 69,21). Encuentro frecuentemente a los Míos siendo envidiosos de sus hermanos, cargando un pesado rencor que los lleva a doblarse casi hasta el suelo.
Amados Míos sean humildes, ya que la humildad da sabiduría (Prov. 11,2) para crecer como el trigo.
Hijos amados de Mi Corazón Inmaculado:
ES NECESARIO PARA USTEDES LA CONVERSIÓN...
COMO MADRE LES AMPARO, SI ME LO PERMITEN.
Los momentos en los que viven no son los pasados, sino los actuales.
Los momentos en los que viven no son los futuros, sino los que viven y por ello deben vivir el presente emergiendo como criaturas nuevas, renovadas y sedientas de ese amor y perdón de Mi Divino Hijo, ofrecido en el Sacramento de la Confesión.
Pueblo de Mi Hijo, se lamentan de no ver, de no sentir a Mi Hijo...
Pregúntense: ¿son dignos de ello o han cimentado la Fe en ver y escuchar? Han olvidado que el que no ha visto pero cree es dichoso. (Jn 20,29).
ES URGENTE QUE LA CRIATURA HUMANA SEA MÁS PERCEPTIBLE , MÁS PROFUNDA E INTUITIVA PERO ESTO NO ES UN LOGRO PERSONAL, SINO PROVIENE DE LA UNIÓN CON LA TRINIDAD SACROSANTA.
Mis hijos no se aquietan, viven dispersos en lo cotidiano y agitado del mundo. Mi Hijo responde a Sus hijos, Mi Hijo es luz al alma, es fragancia al alma, es sonido al alma, es viento para el alma, es alimento al alma. MI HIJO SE ENCUENTRA PRESENTE Y USTEDES NO SE DETIENEN.
Cultiven la Fe, el amor, la humildad, la caridad y fortalézcanse para lo venidero hacia la humanidad.
El hombre ha forjado su propio padecer utilizando el arma del Demonio: LA DESOBEDIENCIA, RAÍZ DE TODOS LOS MALES.
Como Pueblo de Dios prepárense mediante el amor fraterno, descarten lo pecaminoso y anuncien que la Purificación del género humano la viven ¡YA!
COMO MADRE, SUFRO...
MIS HIJOS NO SE CONVIERTEN, NO CAMBIAN, NO SE ESFUERZAN.
Olvidan pronto que el sol y la luna influyen sobre la Tierra y sobre la humanidad.
Olvidan que los eventos se encuentran azotando a la humanidad y continúan mirándose en la miseria humana.
¡Tanto alivio espiritual que Mi Hijo les enviará en medio de la Gran Purificación! Envía a Su Ángel de Paz (1) para que les fortalezca, de lo contrario sería más difícil para ustedes sobrellevar tanto dolor que se acerca. ¿Y Mis hijos se han convertido?
Continúen acrecentando la Fe, aliméntense del Cuerpo y Sangre de Mi Divino Hijo.
No teman, en la Fe los milagros son mayores.
Apresúrense, es urgente la conversión.
Les bendigo en Nombre de Mi Hijo, les bendigo con Mi Amor.
Mamá María
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA
(1) Revelaciones sobre el Ángel de Paz, leer...
COMENTARIO DE LUZ DE MARÍA
Hermanos:
Nuestra Madre del Divino Amor definitivamente se nos hace presente ante cada uno con tanta bondad y misericordia...
El detenerse es imprescindible en este momento, lo ha sido siempre, pero ahora más que antes. Si no lo has hecho, hermano: ¡detente y mírate en el interior! Llevamos tanto por dentro y cada uno se conoce, pero como nos indica Nuestra Madre, este es el momento de la revisión interior.
Quizá se ha postergado pero no se puede continuar postergando ese vernos por dentro y pedir arrepentirse, pedir perdón para continuar como nos lo dice Nuestra Madre, como criaturas nuevas y así recibir la fortaleza necesaria para los eventos venideros, pero sobre todo para salvar el alma y auxiliar a los semejantes a reencontrar el camino.
Amén.